Blaire Calloway ha planeado cada momento, digno de Instagram, del lanzamiento de su tienda de pastelitos y cócteles hasta el más mínimo detalle. ¿Qué no planeó? Que Ronan Knight y su bar deportivo de la vieja escuela de al lado abrieran el mismo día. Puede que sea estupendamente atractivo, pero Blaire no ha pasado años obsesionada con la crema de mantequilla y el bourbon para que arruine su oportunidad de alcanzar el éxito.
Desde el lanzamiento de hacha (en el lugar de él) hasta los concursos de glaseado (en el de ella), Blaire y Ronan están constantemente compitiendo en una batalla para ganar nuevos clientes. Pero con cada enfrentamiento, también hay una química innegable. Cuando una amenaza aún mayor para sus negocios llega a la ciudad, se ven obligados a hacer una tregua en su propia guerra y trabajar juntos. Y cuanto más tiempo pasa Blaire conociendo al verdadero Ronan, más se pregunta si es posible tener su pastelito y comérselo también.
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