#0.5
Fuera de la vista, fuera de la mente.
Llevaba tanto tiempo huyendo que no tenía a nadie a quien dejar atrás.
Me gustaba así. Sin ataduras, sin responsabilidades, sin que nadie recordara mi nombre cuando me fuera.
El mundo era mi ostra y me lo estaba tragando.
Hasta que una noche oscura detrás de un bar, un desconocido me salva la vida y paga un precio que debería haber sido mío.
#1
Él tiene dieciocho años.
Heredero de un conocido y criminal MC.
Y mi estudiante.
No había forma de que me involucrara.
No había forma de que pudiera seguir involucrada.
Entonces, no había forma de que pudiera salir viva.
#2
Yo era una buena chica.
Comía mis verduras, era voluntaria en el centro local de autismo y me sentaba en la primera fila de la iglesia todos los domingos.
Luego, tuve cáncer.
¿Qué clase de recompensa fue esa para una vida aburrida y bien vivida?
Era un paradigma de virtud de diecisiete años y estaba cansada de ello.
Así que, cuando finalmente me encontré con el hombre al que le escribía desde que me salvó la vida de niña y se ofreció a mostrarme el lado oscuro de la vida antes de que la dejara para siempre, le dije que sí.
Sólo que no sabía que Zeus Garro era el presidente de The Fallen MC y cuando haces un trato con un hombre que es peor que el diablo, no hay vuelta atrás...
#2.5
Tenía a mi Lou, a mi familia y a un grupo de hombres más leales que ningún otro.
La vida era buena.
No, mejor que eso.
La vida era un puto sueño.
No sabía que faltaba algo hasta que lo encontramos agazapado en el bosque como si fuera basura tirada y lo reclamábamos para nosotros.
#3
Dicen que una acción no te define.
Maté a un hombre. Lo apuñalé en el cuello y me lamí la sangre de los labios después de hacerlo.
Aun así, una acción no te define.
Podría haber llamado a cualquiera. A mi padre, el Prez de The Fallen MC, a nuestro abogado de la familia, a mi mejor amiga, Lila, o a mi hermano, King.
No lo hice.
En vez de eso, llamé a Lionel Danner, el oficial de policía famoso por acabar con los Nightstalkers MC. El hombre que había sido el archienemigo de mi padre durante décadas. El hombre que odiaba todo lo que yo representaba.
Un hombre que desapareció de mi vida sin explicación hace tres años.
Lo llamé.
Y tal vez una acción no te defina, pero matar a un hombre malo y llamar a los buenos cambió mi vida y seguro que cambió la suya.
#4
Me estaba preparando para vivir una buena vida, la clase de vida que había luchado duro para merecer.
Con una buena mujer, la mejor mujer, a mi lado, un título en mi haber, y el mundo entero a mis pies, vivía la clase de vida feliz que normalmente se le niega al rebelde y al criminal. Le había dado la espalda a esa clase de vida, pensando que necesitaba esa clase de felicidad limpia y sana.
Entonces el diablo vino vestido con alas de ángel y me quitó a alguien.
Y me di cuenta de que estaba equivocado.
No había nada limpio y sano para un hombre como yo con la poesía en su corazón y el forajido en su sangre. La vida que había estado viviendo era sólo el purgatorio, sosteniéndome hasta que llegara el momento de bajar al infierno y recoger la corona deslustrada que me esperaba.
Estaba condenando a mi mujer a una vida de violencia, sangre y angustia, pero tenía la esperanza de que ella diera un paso adelante y finalmente fuera la reina ruda de mi rey Fallen MC.
#5
Él se mudó a la puerta de al lado.
Atractivo como el pecado, mayor en una forma que significaba prohibido.
Tenía tatuajes en las manos y maldad en su sonrisa.
De niña estuve perdida por un hombre al que llamaban Casanova por una razón. Nunca me amó, al menos no de la forma que yo necesitaba.
Intenté seguir adelante. Pero no podía darle la espalda ni a él ni a The Fallen MC.
Así que cuando más me necesitaron, ofrecí la única cosa de valor que podía usar para ayudarles.
Mi cuerpo.
Y cuando ayudarlos significaba arriesgar mi vida, Nova tuvo que decidir cuánto estaba dispuesto a hacer para sacarme con vida.
#6
Un asesino. Un criminal.
Un psicópata.
El ejecutor Irlandés de The Fallen Men MC es todo aquello de lo que se les enseña a las chicas buenas a mantenerse alejadas.
Sólo que me vi inexorablemente atraída por su oscura atracción gravitacional.
Quería saber cómo sería caminar al lado de la personificación humana de la Muerte y tomar su mano, sentir su beso, y tal vez incluso ganar su amor eterno.
Pero Priest McKenna es viejo, frío como el hielo, y notoriamente insensible.
Entonces, ¿cuáles son las probabilidades de que un muerto andante cobre vida por una pequeña e insignificante yo?
Cuando un asesino en serie comienza a atacar a las mujeres de Entrance,
Columbia Británica, y The Fallen sufre otro terrible golpe, Priest resuelve cazar al asesino él mismo.
¿Y cuando el asesino pone sus ojos en mí?
Mi propio psicópata se interpone en mí y en una muerte segura, empujándonos a una intimidad de la cual recé para que nunca nos recuperáramos.
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